Hoja parroquial de febrero de 2016

En la Bula de convocación del Jubileo de la Misericordia el Papa invitaba a que «la  Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios» (MV 17). Y en el Mensaje para la Cuaresma, que lleva por título “Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt  9,13) nos recuerda que la alianza de Dios con la humanidad es una historia de misericordia, y que ésta alcanza su culmen cuando nos envía a su Hijo, el Rostro de su Misericordia (Misericordiae Vultus); el rostro visible del Dios invisible, que pasó por la vida haciendo el bien: sembrando amor,  perdón y misericordia.

También María nos recordará en el Magnificat que “Su misericordia llega a sus fieles de generación en generación”…

Esta experiencia de la misericordia de Dios debe transformar nuestros corazones capacitándonos para practicar la misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que un día seremos juzgados.

MANOS UNIDAS (Campaña contra el hambre)

¡¡Plántale cara al hambre: SIEMBRA!!

Escuela Primaria para aborígenes en Meghalaya  (Nordeste de la India)

Los aborígenes de estas aldeas ocupan los escalones más bajos de la sociedad   por la marginación y  opresión de los  terratenientes, que  les engañan y expolian. Trabajan de sol a sol; hacen una única comida…

Viven más pendientes de su supervivencia que de su educación. Desnutridos, son muy proclives a padecer  enfermedades que les diezman.  Para ayudarles, la diócesis de Tura ha construido una escuela mixta provisional que ya cuenta con  112 alumnos que  estudian desde  preescolar  hasta el segundo grado.

Sólo mediante la educación podrán salir adelante.a

Promotora del Proyecto: Diócesis de Tura (India)

Beneficiarios: 220 directos y 1.100 indirectos

Se necesitan 71.713 euros y  este Arciprestazgo quiere colaborar con unos  20.000  en  la  Colecta del 14 de febrero.

‘Dar de comer al hambriento’ y ‘enseñar al que no sabe’ son dos de las obras de misericordia que podemos practicar con la ayuda a este Proyecto. Como siempre, estamos seguros de vuestra generosidad.

AÑO DE LA MISERICORDIA (25 pequeños gestos de amor)

(…) 

8.- Alaba a Dios. Dale gracias al Señor todas las mañanas por ese día, por todo lo bueno que te va a pasar… por tu vida entera. «¡Es que he tenido muchos problemas!» Sí, seguro; la vida es dura. «Es un valle de lágrimas», como dice la oración. Pero alaba al Señor por todo lo bueno que te ha dado a lo largo de tu vida. Alábale con fuerza aunque no tengas ganas. Tu felicidad depende, en buena medida, de reconocer que Dios te ama y te bendice todos los días, y que todo lo bueno que eres y que tienes te lo ha dado Él.

9.- Regala una sonrisa. Aunque sea una al día. Pero que no te vayas a dormir sin haber regalado una sonrisa.

10.- Deja de gruñir y de protestar. Suprime las quejas. Posiblemente tengas razón en muchos de tus desahogos… pero no construyen ninguna relación. Más bien destruyen y crean rencores que envenenan el corazón y el ambiente. Proponte abstenerte de gruñir, protestar o reñir, al menos una vez al día.

11.- Gracias, perdón, por favor. Acostúmbrate a utilizar esas tres palabras con los que te rodean.

12.- Confía en Dios. Ten fe. Dale la oportunidad de que haga milagros en tu vida. Confíale aquel problema que no te deja vivir, o esa cruz que se te hace cada vez más pesada. Pídele al Señor que se encargue Él y que haga el milagro. Deja de lado tus fuerzas y cédele todo el protagonismo… y ten

confianza.

13.- Dale las gracias a aquella persona que fue un ángel de la guarda en tu vida. A lo mejor fue un amigo que te defendió en aquella pelea; o un maestro que confió en ti cuando tú considerabas que no valías nada. También alguien que te dio una primera oportunidad en el trabajo… Aunque hayan pasado 30 años… dale las gracias. Dile por teléfono, carta o Whatsapp que todavía recuerdas lo que significó ese gesto contigo, y que por eso le das las gracias, ya que esa acción te cambió la vida.

(continuará)