Dado el crecimiento demográfico y la falta de locales sociales, en 1954 se iniciaron las obras del “Centro de Obras asistenciales de los Capuchinos”. En principio, fue una iniciativa conventual, pero de hecho sirvió de cauce a todas las actividades de la parroquia.
Este centro fue, durante varias décadas el foco vital de estos barrios, con su salón de cine, el bar y los salones de ocio y esparcimiento, y las otras iniciativas que le fueron naciendo como las ramas a un árbol joven: Dispensario médico; Filial del Instituto Ximénez de Rada nº 1, que más tarde se convirtió en el “Colegio San Antonio”,que ha llenado un vacío de suplencia cultural en el barrio.
En 1989 le llegó la hora de cerrar sus puertas como centro de EGB, y en 1994 se decidió la venta del mismo. Hoy se ha convertido en un centro de ancianos, llamado El Mirador que lo gestiona Sanitas.
Los libros parroquiales recogen con fidelidad la gran labor pastoral de esta parroquia en estos más de 60 años de vida: años de tremenda vitalidad los sesenta, setenta y ochenta del siglo pasado, hasta sentir el envejecimiento de la población en los noventa y el nuevo empuje de esta última década, gracias a las nuevas construcciones y al fenómeno de la inmigración.
Donde más se nota el deterioro es en el barrio de San Pedro, ya que el Ayuntamiento no permite habitar las casas que se van quedando vacías.
El resto de la parroquia acoge a una población en mejor edad. La catequesis de niños y la misa de la familia son las dos realidades más vivas de nuestra pastoral.